martes, agosto 20, 2013

La cumbia suena a toda orquesta

La cumbia suena a toda orquesta



La noche porteña baila al ritmo de una nueva generación de cumbieros que buscan identidad propia a partir de las raíces del género, con orquestas de hasta 20 músicos en escena.
La charla de café en una avanzada mañana de verano tiene pinta de desayuno, aunque sea ya mediodía en el Bar La Orquídea de Almagro, uno de los pocos bares porteños que permanece abierto las 24 horas y que todavía no colonizó la cadena Starbucks. Recién amanecidos, a juzgar por sus rostros hinchados, llegan a la mesa Germán Cohen, de Flor de Mambo; Juan Pablo de Mendonça, de La Sonora Marta La Reina; José Luis Lazo Gasparri, de La Delio Valdéz y Matías Jalil, de la Orkesta Popular San Bomba, cuatro jóvenes al frente de la nueva ola de orquestas típicas porteñas que cambiaron el tradicional aroma del tango por otros ritmos más latinos, perfumados y caribeños, como la cumbia y el mambo.
Pertenecen todos ellos a una nueva generación de la cumbia argentina, que fiel a su tradición sigue reinventando el género colombiano o, en este caso, buscando identidad propia a partir de sus raíces. Asoma con ellos otro tipo de cumbia, más purista, latina y cercana a su origen. Estilizada musicalmente con secciones de vientos, percusión y cuerdas, llegan a superar la veintena de músicos en vivo. Exploran en la raíz caribeña desde el sonido, la estética y sus interpretaciones, que en su mayoría son versiones de los clásicos de los grandes grupos colombianos que marcaron el rumbo de la cumbia en la década del ‘50. Y a pesar de que son similares en su estructura musical, cada cual tiene ciertos rasgos particulares que los distinguen entre sí.
Con sede en Boedo, La Orkesta Popular San Bomba, además de cumbias varias, presta su sonar a una amplia gama de ritmos folclóricos latinoamericanos y del resto del mundo, desde la chacarera al klezmer pasando por alguna versión de Los Redondos; Flor de mambo es la única que no hace cumbia, como su nombre lo indica, su estilo es el mambo con la orquesta de Pérez Prado como guía y versionando los éxitos de las décadas del ‘40 y ‘50 en adelante; La Delio Valdez está inspirada principalmente en la cumbia colombiana; al igual que La Sonora Marta la Reina, ambas interpretan temas de las orquestas de Lucho Bermúdez o de Tony Camargo con la orquesta de Benny More, sonando a base de una sección de vientos, tambora, guaracha, güiro, alegre, acordeón vallenato, contrabajo y voces.
La pregunta para todos, entonces, es: ¿por qué explota la cumbia una y otra vez?
Cohen : La cumbia es infalible a la hora de bailar. Si no bailás con cumbia, no te gusta bailar, o no podés bailar o tus dioses no te lo permiten. No busques más vueltas.
Lazo : Acá siempre nos gustó la cumbia, sólo que no sabíamos cómo abordar la cumbia vieja, que tenía un plus de sabor que nos encantaba. En La Delio empezamos tocando por el “escabio” y algún sandwich. Hoy ya somos 14. De pronto vimos que se empezaba a escuchar cada vez más cumbia y crecimos con la movida haciendo nuestro camino.
Jalil : Nosotros hacemos diferentes géneros de cumbia fusionados. Por ahí hacemos algún cover de Adrián y los Dados Negros, que es cumbia norteña, alguno de Los Mirlos, La Danza de los barrios que es más cumbia villera, pero todo en versión San Bomba. La cumbia es parte de la idiosincracia argentina desde siempre y va a seguir estando. Lo que noto claramente, es que en la época en que nosotros éramos más chicos, el rock y la cumbia tenían diferencias muy marcadas, y hoy esa brecha se va rompiendo al punto de que llegan a compartir el mismo público. Pablo Lescano toca en Niceto, algo impensado años atrás. Es una cuestión de clase, que acepta la cumbia y la empieza a hacer. Como es el caso de Agapornis. La cumbia era algo que se bailaba en los cumpleaños de 15 en el carnaval carioca, y esta aceptación cambió el contexto y el panorama de la movida.
De Mendonça : La cumbia es el folclore de acá. Nuestros abuelos bailaban cumbia, nuestros viejos bailaban cumbia, y si vos querés hacer bailar, tenés que poner cumbia. Nosotros somos músicos que hemos tocado cumbia y jazz toda la vida. Yo toqué en Los Chakales en los ‘90. Viví un tiempo en México, y otro tanto en Cuba, y fui agarrando un poco de allá también. Hacemos cumbia, merengue, y algunos ritmos de acá como el chamamé. Tratamos de reflejar el viaje de la cumbia, que arranca en Colombia pero está súper marcado en México, Perú y la Argentina, tomando distintos arreglos de cada región.
¿La cumbia argentina no tiene una identidad formada aún o será que tiene miles? 
De Mendonça : Tiene miles. Acá está la cumbia santafesina, la norteña, la villera, el cuarteto, la boliviana, la guitarra santafesina que no existe en ningún lado y es una mezcla de surf con folclore única. En Colombia mismo, no hay muchas orquestas como las nuestras. Sólo algunos que hacen tributos. Ellos bailan más salsa o vallenato.
Lazo Gasparri : Recordemos que bandas como Los Mirlos, de Perú, o El Cuarteto Imperial, de Colombia, cuando en su país no tenían éxito continuaban con sus carreras en la Argentina sumando músicos locales.
Los argentinos nunca nos vimos como los más latinos de Latinoamérica, siempre sintiéndonos los más “europeizados” del continente … 
Lazo Gasparri : Pero somos tan latinoamericanos como cualquier otro. Fijáte que en los ‘90 el contexto era súper neoliberal, y la cumbia también.
Jalil : También hay un contexto histórico que tiene que ver con esta movida. De Chávez a Evo (Morales), hay un montón de cosas que en los ‘90 era impensables. Hoy hay un espíritu más latinoamericanista a nivel continente.
Cohen : Aquella cumbia tenía mucho más que ver con un contexto pop, tipo Locomía, por eso creo que las bandas de rock se les tiraban tan en contra.
¿Cuál es su principal desafío, artísticamente hablando?
Lazo Gasparri : Componer temas propios, crear una identidad y generar nuestro propio sonido.
Deber ser difícil sostener estos proyectos con tanta gente …
Cohen : Es difícil, pero es divertido. Yo por ahí no gano un mango, pero la estoy pasando bien con mis amigos tocando cumbia.
De Mendonça : Ir al banco todos los días a las 8 de la mañana tampoco es tan fácil …Lazo Gasparri : Y trasnochar todos los días tampoco es tan fácil. No es gratis andar todos los días por ahí, pero como dijo uno de los pibes más jóvenes de La Delio, lo más importante es disfrutar del camino, no andar pensando tanto en qué pasará mañana o plantearse metas lejanas.

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