WOS, el guerrero de la palabra que pidió por Santiago Maldonado
Por Mauricio Polchi/@MauriElbueno
En el Luna Park se realizó la final de la Batalla de los Gallos, la mayor competición de Hip Hop Freestyle de habla hispana. El gran ganador de la jornada fue el joven Wos. En su discurso de consagración, pidió por la aparición de Santiago Maldonado y la multitud estalló.
Imagínate que te tenés que subir a las tarimas del Luna Park. Imagínate que te tenés que enfrentar al último campeón. Imagínate que el defensor del título te saca varias cabezas y te dobla en peso. Imagínate que esa bestia te bate a duelo delante de todos. Imagínate que hasta hace un rato ese tipo grandote andaba gritando tu nombre por los pasillos del estadio. Imagínate que en las apuestas todos le van a él. Imagínate que debajo hay una multitud desaforada. Imagínate que el público desea una batalla épica. Imagínate que suena la campana. Imagínate que todo el combate dura menos de cinco minutos. Imagínate que todos los miembros del jurado te eligen. Imagínate que después son miles y miles los que corean tu nombre. Imagínate que tenés 19 años. Imagínate que haces historia en el mítico templo del box. Imagínate que estás en tu momento de gloria. Imagínate que cuando te entregan el cinturón agarras el micrófono y pedís por Santiago Maldonado, el joven desaparecido a manos de la gendarmería.
Según los organizadores eran 10 mil personas, según el diario La Nación había 9 mil. En concreto, las entradas estaban agotadas y el lugar repleto. En ese marco, el viernes 25 de agosto se realizó la inolvidable final de la Batalla de los Gallos, el campeonato de improvisación en habla hispana más importante del planisferio. El evento, organizado por la marca Red Bull, significó el desembarcó de una nueva generación de raperos en la mayor competición de Hip Hop en castellano.
En el Luna, no hubo guantes, ni puñetazos, ni parpados rotos, ni gotas de sangre en la lona. Con la palabra como arma letal, 16 freestylers de diferentes provincias se enfrentaron para que uno solo se consagre como representante de Argentina en la competición internacional. El ganador de la noche fue Wos.
Nacido bajo el nombre de Valentín Oliva, Wos se vinculó a la escena hiphopera por medio de las latas, cuando salía con sus amigos de la infancia a graffitear las paredes de la ciudad. De ahí al Freestyle, hay un paso. Arrancó en el 2013, tuvo un parate y retomó en el 2015. A la nueva etapa le agregó un plus, los interminables embates que registró en los recreos del colegio Mariano Acosta y los primeros escollos en la actuación teatral. El año pasado logró el Nacional de El Quinto Escalón, en una edición especial que se selló en la sala Groove.
Wos es un competidor curtido y crecido en las plazas, las calles y las esquinas. Con total personalidad, supo trasladar su potenciada identidad a las grandes ligas. Con respuestas inesperadas, acertado ingenio y el mejor Punchline del certamen, provocó un huracán de rimas, ironías y bravuconadas en cada una de las series que conquistó.
De entrada, cuando le tocó abrir la jornada, Wos provocó el primer estallido de la noche y se perfiló como un indiscutido candidato. Después, cuando humilló al último campeón, el marplatense Papo. Se cruzaron en cuartos, en lo que fue una final anticipada. Wos lo paseó sobre el escenario. Con una métrica solvente y un verso filoso, le dijo de todo y lo aplastó. Fue tan contundente su performance que hasta lo dejó sin voz a su experimentado rival. Así es, el pequeño debutante dejó sin voz al campeón. Afónico, descolocado, y completamente afectado por la situación, en un hecho tan insólito como significativo, el defensor de la corona no pudo terminar la batalla.
Luego, en el cierre, la euforia de los presentes hizo temblar el Luna. Y eso ocurrió en los festejos, cuando el flamante ganador del título pidió por Santiago Maldonado, el joven desaparecido en democracia, y a todas las personas que perdieron sus empleos con la llegada de Mauricio Macri a Casa de Gobierno: “Hay que tomar conciencia de todo lo que pasa en el país. Están pasando cosas muy crudas en el país. Hay mucha gente que se está quedando sin trabajo. Acaban de desaparecer a Santiago Maldonado. No hay que olvidarse de esas cosas. Y hay que tomar conciencia y bajar a los fachos estos”.
Alguien se preguntó alguna vez, en algún lugar, si el sol era el centro de nuestro sistema planetario, y era la tierra la que le daba las vueltas. Y fue perseguido y obligado a retractarse, aunque tenía razón. Alguien alguna vez, en alguna escuela leyó lo que este había dicho sobre el sol y los planetas y se lo contó a sus discípulos, y otros lo imitaron. Y hubo encono, y quejas, pero como tenía razón al final los niños y niñas del mundo terminaron aprendiendo que la tierra es la que gira alrededor del sol.
Alguien una vez, algún día, en algún lugar dijo que los hombres y las mujeres no fueron amasados con barro, sino que venían de otros hombres y mujeres parecidos a los monos, y que a su vez estos venían de otros monos parecidos a otros monos. Se contaban muchos monos en esa historia, y pocas costillas. Luego, un maestro una vez, en un lugar, se lo contó a sus alumnos, y hubo estupor, rabietas, desmayos. Hasta juicios con tribunales y todo. Pero al final las niñas y los niños pudieron aprender sobre los monos que se hicieron humanos. Hoy sabemos que así de monos somos nosotros.
Alguien alguna vez, en algún lugar, llegó a la conclusión de que el Descubrimiento de América no había sido un descubrimiento de nada, y que las carabelas llegaron a un mundo muy poblado de mundos y de hombres y mujeres y niños y niñas. Que los pueblos originarios de aquí fueron masacrados por unos hombres de armaduras, y que además estos hombres les quitaron todas las tierras, y a las montañas las dejaron bien flaquitas por robarse el metal de adentro, y les quitaron a sus dioses con plumas y escamas, y sus lenguas les quitaron también. Entonces supimos qué significaba la palabra Conquista, Genocidio y Saqueo. Y empezamos a mirar lo invisible.
Alguna vez alguien, en algún lugar de acá, escribió que la gente de su país estaba desapareciendo y que los militares se los llevaban, y que no se volvía a ver a esa gente. Entonces Rodolfo desapareció (el que escribía esas cosas). Más tarde muchos otros y otras desaparecieron, y al mismo tiempo muchos otros y otras dijeron qué era lo que pasaba en el país pintando pancartas y carteles. Luego, los militares se tuvieron que ir del gobierno y entonces vinieron los unos y unas que ya andaban con pancartas y carteles a decir: ¡Esperen!, ¿A dónde van?, nosotros leímos la carta de Rodolfo y ustedes desaparecieron personas y nunca más volvimos a ver a esas personas ni a Rodolfo. Y los militares tuvieron que ir a un tribunal y a muchos tribunales donde la justicia los condenó a prisión. Y entonces alguna de todas las personas que andaban con carteles y pancartas, decidió que esa historia había que enseñárselas a los niños y niñas del país para que nunca vuelva a haber desaparecidos. Y aprendimos a decir, también en las aulas: Nunca más, no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos con genocidas.
Hace poco en mi país, volvió a desaparecer una persona aunque los militares ya no están en el gobierno. Esa persona había estado con otros, mateando una solidaridad muy linda, justo la noche en que otros militares muy parecidos a los de la otra historia con militares entraron disparando en el campo para sacarle la tierra a esos que hacía mucho tiempo habían sido usurpados por los tipos de armaduras, y luego por otros que no usan armaduras, sino trajes muy finos y que tienen tanta tierra que no se ve dónde empieza ni dónde termina. Y muchos salimos a la calle con carteles y pancartas, y los equipos de fútbol también dejaron un mensaje con carteles, y en las fábricas se empezó a hablar de eso y en las casas se habla de eso. En los noticieros también, pero la mayoría de los periodistas prefieren pensar igual a los señores que desaparecieron a esa persona, y al gobierno que dice que no sabe, y difunden día a día mensajes de miedo para que nadie hable del tema.
Entonces los maestros y maestras, que son muy tercos con esto de enseñar democracia y derechos humanos deciden hacer una gran clase en donde explicar qué es lo que está pasando. Y recordarles a los chicos y chicas de mi país que ya habíamos aprendido a decir Nunca Más y eso era tan importante que no vale el silencio ni el miedo, aunque se tenga miedo y muchos hagan silencio. En unos minutos, unas horas, unos días todos juntos escriben en un pizarrón muy enorme como la luna ¿Dónde está Santiago Madonado? El Estado es responsable.